in memoriam
El duelo de la guerra en Ucrania
Hacer espacio para el duelo,
tiempo para honrar
a quienes han dejado sus cuerpos.
Tiempo para el silencio,
para esos últimos suspiros.
Sentarse con las pérdidas personales
así como con las pérdidas colectivas
que se vuelven íntimas.
Capturar el momento de la pérdida,
para recordar que amamos.
Conectar con otros, con uno mismo.
Tratar de dar sentido al mundo,
a la vida, a la guerra y a la muerte,
practicando la aceptación.
Desocultar el duelo y la tristeza,
mientras, al mismo tiempo, se celebra la vida.
Dar valor al proceso del duelo.
Recordar, siempre recordar.
Sentir la humanidad,
la vulnerabilidad y la fuerza,
la intimidad y el vacío.
Transformar el dolor en belleza,
rendirse, trascender.
Compartir la pérdida, compartir el sufrimiento,
para que florezca en gracia,
en compasión.
2372 semanas / 545 meses
En memoria de Cecília Bofarull Briand
Estos dibujos nacieron de una pastilla de acuarela verde Hooker que quería regalar a mi amiga Cecília, mientras ella luchaba contra el cáncer. No tuve la oportunidad de dársela antes de que falleciera y, preguntándome qué hacer con ese regalo no entregado, decidí usarla por completo. Cada pincelada representa una semana o un mes en la vida de Cecília. Estas obras meditativas me han ayudado a transitar el duelo y a honrar la vida de Cecília.
Loving memories
Esta serie en curso honra las pérdidas personales.
Hay algo hermoso en trabajar con el duelo, porque nos conecta más profundamente con otros seres humanos. Todos lo sentimos, y tarde o temprano todos enfrentamos la muerte. Me resulta bello y reconfortante saber que no estamos solos en esto, que nadie lo está. Todos experimentamos la pérdida, y sin embargo cada vez tendemos más a ignorar este hecho. Hablar de la muerte y del sufrimiento se ha vuelto casi un tabú, aunque sin ellos no podríamos experimentar la vida ni la felicidad.
El arte puede convertirse en una herramienta importante para conocernos a nosotros mismos, para recordarnos que debemos amar y ser sensibles al dolor y al sufrimiento del mundo. En este sentido, el arte tiene el poder de evocar compasión y autocompasión.
Creo firmemente que el arte puede ayudarnos a ser mejores versiones de nosotros mismos, tanto a quienes lo contemplan como a quienes lo crean. Una tarea importante del arte es ayudarnos a recordar lo que amamos cuando ya no está. Es precisamente la preservación de esta experiencia lo que intento capturar con estas obras.