You can’t put the toothpaste back in the tube
La línea única surge del cuerpo y el instinto. Un estado de no-mente permite una meditación activa en la que me dejo guiar para que lo sutil, lo intangible, se manifieste de forma espontánea. El resultado no pretende dar un mensaje explícito, sino invitar al observador a recibir la energía y la vida que deja la tinta sobre el papel. A través de lo simbólico y nuestra propia intuición, se nos brinda la posibilidad de comprender nuestra propia realidad.
En “no se puede volver a meter la pasta de dientes en el tubo” honro mi camino, que a la vez es el de muchas otras personas. Un intenso proceso de desarrollo personal de tres años dio vida, a través de la exploración con tinta y la línea única, a este tríptico.
Esta obra nos recuerda que no podemos volver atrás; una vez que hemos aumentado nuestra conciencia, no podemos ocultarla de nuevo. Lo que vemos o decimos, no puede dejar de ser visto o dicho. Muy a menudo no hay regreso. Por eso esta pieza nos invita a vivir con mayor atención y presencia.
La línea única es lo que me conecta con la naturaleza del ser, el arte y la espiritualidad. Los estudios de sumi-e (pintura con tinta china) me enseñan a expresar los asuntos del alma sin palabras. “Es necesario recurrir al arte para abordar los lugares a los que la razón no puede llegar”, dijo Gao Xingjian. Practicar el arte, especialmente la tinta china, me permite despertar mi conciencia y sensibilidad y, espero, también la de quienes contemplan mis obras.
Finalista del Premio de Pintura 2022 de la Fundación Vila Casas. Expuesta en el Museo Can Framis, verano de 2022.